La llegada del cachorro a nuestra casa es un momento lleno de emociones y de ilusión. En este artículo intentamos tocar algunos puntos importantes con el fin de ayudaros a ti y a tu nuevo y fiel compañero.
1. LA LLEGADA A CASA
Cuando separamos al cachorro de su madre y de sus hermanos le sometemos a un estrés enorme. Debemos ser conscientes de esta situación y de los sentimientos y miedos que tendrá el cachorro en esos días tan duros para él.
Si bien es importante que el perro sepa desde el primer día cuál es su sitio, es igual de importante que durante los tres primeros días nos centremos únicamente en presentarnos y estrechar nuestra relación mediante pequeños juegos y descanso. Pasados esos tres días podremos ir modelando las costumbres que queremos en nuestras vidas.
2. EL TRANSPORTE
El método más seguro de viaje es en un transportín ubicado en el maletero. En el ADAC alemán podemos encontrar simulaciones reales hechas con muñecos.
Si el viaje es largo haremos paradas cada hora y media aproximadamente para poder sacarlo a pasear un ratito, que pueda hacer un pis y ofrecerle un trago de agua.
Será importante establecer rutinas donde podamos llevar al perro en coche para que se habitúe y viaje tranquilo.
3. CUIDADOS VETERINARIOS
Debemos hablar con nuestro veterinario antes de recibir al cachorro para establecer ya cuáles van a ser las primeras revisiones y pautas para su salud.
El contacto del cachorro con el veterinario debe ser una experiencia agradable, colmada de buenos tratos, caricias y premios a cambio de dejarse manipular. Esto hará de nuestras revisiones futuras una buena experiencia.
4. CUIDADOS FÍSICOS
Un cachorro debe jugar un rato, aprender a estar tranquilo otro rato y descansar mucho.
Durante el primer año de vida del perro debemos respetar su crecimiento natural y evitar grandes caminatas, saltos descontrolados, escaleras en las primeras semanas, la pelota, etc…
Todos los juegos y actividades físicas que necesita deben ser controlados para garantizar un crecimiento saludable, por eso es tan importante ponerse en manos de un profesional desde que el perro llega a casa.
5. SOCIALIZACIÓN
Uno de los argumentos mas comúnmente usados es creer que la socialización es que los perros corran y jueguen entre sí de forma a anarca. Nada más lejos de la realidad.
La socialización, tal y como su nombre indica y define la RAE es “adaptar a un individuo a las normas de comportamiento social”.
Nuestro cachorro debe acostumbrarse desde el principio a los sonidos del día a día, al movimiento, olores, rutinas de convivencia y sociales, etc.
En nuestro centro damos pautas a los propietarios de cómo tratar cada escenario y de cómo exponer al cachorro de forma amiga a mil y una situaciones que se va a encontrar a lo largo de su vida.
6. NO ES UN JUGUETE
Nuestros familiares y amigos querrán conocerle e interactuar con él. Y esto es bueno siempre que se haga de manera controlada, con pautas y con límites.
Las interacciones con niños deben ser muy controladas, ya que los niños pueden actuar de forma brusca o invasora para la sensibilidad de nuestro perro.
Puede que familiares o amigos sientan la tentación de jugar con el perro. Ese no es su papel, es el tuyo. Y si tu determinas que ese familiar o amigo puede llevar a cabo esa acción con tu perro, deberá ser siempre con tu supervisión y respetando su espacio, periodos de descanso y su cuidado físico.
7. “BAILAR JUNTOS”
Digamos que perro desde que lo llevo a casa tiene la necesidad de bailar. Y va a bailar, lo va a hacer conmigo o sin mí. Si lo hace sin mí, bailará con otro y pasados unos meses nos daremos cuenta de que “no tenemos perro”.
Puedo llevar a mi perro a un parque hacer “perriquedadas” mientras yo charlo con otros propietarios desentendiéndome del perro y permitiendo que sus mejores relaciones sucedan entre terceros y él, quedando yo al margen. O puedo jugar con él, incentivarlo, estimularlo mentalmente y crear un vínculo estrecho entre los dos. Y esto no tiene absolutamente nada que ver con la socialización.
Un buen perro de agility se educa en multitud de situaciones sociales, muy por encima de cualquier otro perro de compañía. Un buen perro de agility preferirá a su dueño 1000 veces más que a cualquier otro perro.
8. PAUTAS
Debemos saber que los perros aprenden por repetición sistemática de rutinas. Esto nos sitúa a nosotros, en el inicio de las costumbres buenas y malas que adquiera el perro.
Para evitar problemas futuros, como miedos, inseguridades, agresividad, ansiedad, o cualquier tipo de desequilibrio emocional; Para evitar conflictos entre el perro y los miembros de la familia, el mobiliario, los vecinos, estímulos externos, etc… es importante establecer pautas desde el principio y respetarlas siempre, sin excepciones.
9. MONTAÑA RUSA
Un día crees que la educación de tu perro es la mejor del mundo, que tu perro es un crack y no falla nunca, y resulta que un día sin saber por qué, el perro te la lía.
También sucede al revés, crees que tu perro es un zote, que te ha tocado el tonto de la camada, y resulta que un día le ves haciendo un ejercicio que te sorprende. Esto es muy habitual entre los alumnos de primer curso en nuestro centro.
Y esta montaña rusa no es exclusiva de los novatos o inexpertos, estas subidas y bajadas nos van a acompañar durante toda la vida del perro, incluyendo a los equipos de alta competición.
10. IMPRINTING Y EDUCAR
Nos referimos al término “imprinting” como esta primera etapa del perro en la que “aprende lo que es la vida”.
Nosotros creemos que la etapa de imprinting son los primeros días, semanas y meses de la vida del perro, y que en cada momento de esa etapa tiene unos aprendizajes concretos, asociados muchos de ellos a su carácter inicial, inseguridad, independencia, curiosidad, etc.
Sin duda, este es uno de los motivos por los que aconsejamos acudir a un centro profesional desde el momento en el que llega el perro casa, para construir unos buenos hábitos y un perro seguro.
RESUMEN
Conviene hacer un repaso a este artículo y prepararnos una “hoja de ruta” antes de que el cachorro llegue nuestra casa, habiendo acordado ya la primera visita veterinaria, habiendo establecido contacto ya con un profesional de la educación, habiendo hablado ya con la familia sobre como vamos a colaborar y trabajar en equipo por su futuro, teniendo su espacio preparado, todos los útiles que vayamos a utilizar, su comida preparada y las cosas claras de lo que SI y de lo que NO debemos hacer.