Maria y Blues

Cuando llegamos al club, traíamos con nosotras a una perra llena de energía y completamente descontrolada. 

Hoy, después de algunos meses, vemos un cambio inimaginable entonces. 

Nuestra perra no solo es mucho más equilibrada, sino que hemos logrado construir una relación de confianza mutua que antes parecía imposible, hemos aprendido a interpretarla y entender sus necesidades y reacciones. 

Seguramente ella también se siente más segura con nosotras, lo que nos ha llevado a tener una conexión mucho mejor.

Ir a Agility se ha convertido en una actividad que disfrutamos juntas. Es muy gratificante ver como el trabajo da sus frutos 

¡¡Muchas gracias Pedro!!