Feliz 2024

Bueno, pues otro año que se acaba y otra ocasión que tenemos de poder contarlo, enhorabuena y ojalá podamos hacer lo mismo el año que viene.

 

Piensas en escribir algo y es difícil, tal vez sea que cuantos más años cumples más te cuesta dejar de lado “cosas” que consideras importantes para terminar poniendo chorradas banales.

 

Y una de las cosas que más me preocupa hoy en día, tal vez porque afecta al futuro de mis hijos es la sociedad, esa que está compuesta por personas, si por la suma de cada uno de nosotros.

 

Una sociedad que conceptos como el honor, la lealtad, la ética, la empatía, o los  buenos modales, los ha cambiado por egocentrismo, intolerancia, o crítica ignorante (recapacita sobre esto último, crítica ignorante)…

 

Una sociedad sumida cada vez más en un pensamiento binario impuesto, incapaz de salir de las garras de quienes cohíben su propia identidad.

 

Un sociedad necesitada de que le digan lo que tiene que hacer y como debe pensar, sea en política, religión, derechos, igualdad, da igual…., necesitada de que le digan como debe sentirse y como deben afectarle las cosas.

 

Una sociedad necesitada de sentir que pertenece a algún tipo de rebaño, donde siempre un pastor ha gobernado a los borregos. Incapaz de pensar por si misma, ignorante del pensamiento crítico, temerosa del “que dirán”, incapaz de levantar la mano o dar un golpe sobre la mesa.

 

Podría escribir un libro sobre esto…. De momento me seguiré esforzando para que mis hijos sean “bichos raros”.

 

Para el 2024, voy a desear que consigamos lo más importante que hay en esta vida, sonreír. Pero no la sonrisa social ante una anécdota o chiste, no. Que seamos capaces de llegar a casa por la noche, quedarnos a solas, quitarnos la máscara con la que queremos que nos vean, mirarnos al espejo, y sonreír porque nos sentimos a gusto con nosotros mismos.

 

Eso e ilusión por las pequeñas cosas de la vida. Porque sin ilusión y sonrisa… lo que queda, para ti.

Emocionaros, ilusionaros y disfrutar de esas pequeñas cosas que nos da la vida, como una flor, una mariposa o el fluir de un arrollo, porque ya estaban aquí antes que tu, y cuando tu te pires con tus “cosas super importantes”, seguirán fluyendo como si no hubieras existido.

 

Para todos vosotros y vuestras familias, feliz 2024.

 

Pedro Martínez